Desde hace unos años oímos hablar de industria. 4.0, una revolución que también afecta al sector agroalimentario. Quizás, por su propia naturaleza enraizada, y por la cantidad de procesos que se siguen realizando de forma manual, sea uno de los sectores que socialmente más cuesta relacionar con la digitalización, pilar de esta nueva cuarta revolución y factor imprescindible para conseguir la sostenibilidad plena del sector.
La robótica está cambiando el sector agroalimentario. Son muchos los expertos que prevén una explosión de la demanda en el sector, ya que aseguran que existen muchos factores que animan a la aplicación de sistemas robotizados, entre los que destacan la reducción en los costes y en los estándares de sanidad. En muchos aspectos se abren nuevas oportunidades para la automatización mediante robótica de los procesos alimentarios.
Las industrias que ya han apostado por los sistemas robotizados disfrutan de una mayor eficiencia y velocidad, una mejor seguridad y una mayor calidad. Lo que supone una ventaja competitiva que se traduce en beneficios en un corto plazo de tiempo.
Como mencionábamos al principio, el sector agroalimentario es uno de los sectores con mayor número de procesos desarrollados manualmente, hecho que no facilita la mejora de la competitividad ni el alcance de la máxima sostenibilidad, pero que supone una gran oportunidad para destacar, a las empresas que ya comienzan a automatizar dichos procesos.
Pueden mecanizarse gran cantidad de procesos, tanto los más tradicionales como la carga y descarga, la manipulación, el empaquetado, paletizado… Como corte, eviscerado, decoración de alimentos, etiquetado… Y un largo etcétera que hace que cada vez resulte más rentable automatizar los procesos manuales.
Aunque cabe señalar que aún quedan muchos procesos en los que la persona utiliza directamente las manos, y no utiliza herramientas. Estos casos son difíciles de sustituir por robots o máquinas. Y aquí es cuando nace la necesidad de la robótica colaborativa. Donde personas y robots compartan el mismo espacio, pero el robot no solo desempeña el trabajo de la persona sino que también lo compatibiliza. Este robot puede programarse en tiempo real, puede configurarse previamente o puede trabajar junto a un humano. Se puede decir que el cobot hace el papel de asistente del trabajador. Según un estudio realizado en 2016 por investigadores del prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) se demuestra que la colaboración entre humanos y robots es un 85% más productiva que la de una persona o un robot trabajando por separado.